miércoles, 13 de marzo de 2013

Una familia.

Primero que nada, entrar a la José Martí, me ha enseñado muchas cosas, he vivido demasiadas cosas con mis compañeros, cosas que no podré vivir con nadie más, que más que compañeros o amigos, los considero mis hermanos, mi familia.
Primero de secundaria fue donde más nos conocimos todos, nos aceptamos, nos peleamos, nos quisimos y muchas cosas más que se dicen en los discursos de este tipo. Además, al solo a ver un grupo, que era primero, que eramos nosotros y que eramos solo 13, lo hacía mejor, como las inolvidables mañana en el descanso jugando "hey vago", cuando hicimos el proyecto en Biología con la maestra Katiuska, que luego se volvió un poco caótico debido a lo sucedido que todos ya sabemos, la primera vez que fuimos a Xmatkuil, fue la primera vez que hicimos muchas cosas juntos, como la familia que ya éramos. Es cierto que a veces todos nos hemos sentido impotentes en la escuela, tanto por peleas con mis amigos, como con los maestros. Pero gracias a todo esto he aprendido, aunque muchas veces he sentido que hacen las cosas para molestarnos o molestarme, se que no es así, simplemente quieren lo mejor para mi y para mis compañeros.
Segundo fue también un año de aprendizaje, de muchas risas y dolores, puedo decir que fue uno de los años en que se sintió mucha tensión, pero que como siempre, supimos solucionar. Segundo sin duda fue el mejor de los tres años de secundaria.


Tercero, hasta ahorita, lo que llevamos del año, ha sido bueno, si, pero también caótico, es el año donde más hemos tenido problemas con maestros y directores. Se unieron cuatro personas al salón, que ya son parte de la familia. También han habido separaciones en ciertos grupos de amigos, que nunca debieron haber, hemos sido tan buenos amigos, hemos pasado tantas cosas juntos para perderlo todo por malentendidos. Me gustaría que el día en que nos graduemos volvamos a ser la familia que éramos hace tres años. 

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